Pausa. Reflexión. Empatía. Resiliencia. Momento presente.
La conciencia plena es hacer una pausa para prestar atención a lo que realmente estamos haciendo, cómo lo estamos haciendo y cómo nos sentimos de hacerlo. Es vivir conscientes de nuestras acciones, tomarnos un tiempo para reflexionar, para respirar, para identificar qué es lo que realmente amamos y para construir una vida en calma.
Cuando elegimos la conciencia plena somos capaces de escucharnos a nosotros y a los demás sin juzgar, conectar con los pensamientos y emociones y tomar decisiones asertivas desde la reflexión.
Llevar la conciencia plena o mindfulness a las aulas da espacio a la educación socioemocional, donde maestros, niños y adolescentes son conscientes de sus pensamientos y emociones y de cómo responden a ellos, y donde se ve el error como una oportunidad de reflexión y crecimiento personal.
El mindfulness ayuda a los docentes a reconectar con su pasión: la educación; y a estudiantes de todas las edades a vivir su proceso educativo desde la empatía, la reflexión y la resiliencia, habilidades cada vez más necesarias en el mundo actual.