Imaginá que estás bajando una colina con tus estudiantes. A lo lejos, sos capaz de ver una gran piedra que puede hacerlos caer. La vida nos ofrece dos escenarios: el primero, que los chicos no vean la piedra, caigan y aprendan de esta experiencia. El segundo es que tus alumnos puedan ser capaces de ver la piedra y prevengan ellos mismos la caída. Enseñar Mindfulness a tus estudiantes es darles esa herramienta que les permita hacer una pausa, reconocer el entorno y evitar tropezar, porque aprendieron a navegar sobre la vida y conocerse a sí mismos.
Es importante entender que la práctica del Mindfulness los acompañará por el resto de su vida, y si bien es cierto la autogestión es imprescindible cuando somos adultos, en niños y adolescentes es la llave al desarrollo y la maduración cognitiva. Los beneficios de la meditación en edades tempranas son positivos y medibles, por eso a continuación, te hablaremos sobre algunos que podrás observar en tus estudiantes a corto, mediano y largo plazo:
- Les ayuda a tomar consciencia de sus propios procesos de aprendizaje y pensamiento.
Conocerse les permite aprender qué técnicas de aprendizaje son mejores para ellos mismos, habilidad que les ayudará a convertirse en mejores estudiantes y más seguros de sí mismos. - Aumenta los sentimientos de calma y autoaceptación.
Estos sentimientos deberían acompañar a cualquier adolescente y niño en su etapa de desarrollo y de crecimiento personal, ya que les permite cambiar la perspectiva de las cosas y poder encontrarse consigo mismos. - La meditación les ayuda a desarrollar un sentido de inteligencia emocional.
Con Mindfulness, tus estudiantes podrán tener la capacidad de identificar y manejar sus propias emociones, así como también entender las de los demás. Con una inteligencia emocional agudizada vienen habilidades vitales como la resiliencia, la empatía, la escucha activa y la humildad. Dones que tus estudiantes merecen desarrollar.
