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Te levantas un día, te preparas un café y comienzas a sentir en el aire que hoy va a ser un gran día, pero al llegar al aula, las cosas no son como lo tenías preparado en tu mente: Los chicos no te dejan dar la clase y tanto la impaciencia como la desesperación, se comienzan a acumular en ti.

Estos son escenarios con los que nos encontramos en ocasiones y la respuesta se nos escapa de las manos. Comienzas a desear que todo se termine pronto y te olvidas de que estás presente. ¿Qué hacer?

Sabemos que el camino del Mindfulness y el alcance pleno de la atención consciente es un trabajo que se construye segundo a segundo, y durante este trayecto encontrarás emociones que se querrán apoderar de ti y alejarte del presente que vives.

Hoy te mencionaremos algunos de las emociones que te acompañaran por esta senda y te daremos consejos para lidiar con cada una de ellas.

Impaciencia

O quieres que las cosas se resuelvan ya o que se terminen pronto. Lo que pase más rápido porque no tienes tiempo que perder.

¿Cuántas veces no hemos muerto de la impaciencia por algo que está por pasar, y cuando llega, no hemos podido disfrutarlo por siempre estar esperando algo más? Vivir en el presente te ayudará a entender que no cuentas con nada más que con el aquí y el ahora, y a sentirte agradecido por la oportunidad de ser y estar.

Juicio

Tira la primera piedra si nunca has estado en tu mente pensando en lo mal que está todo, en lo poco que te gusta y en lo feo que te parece. El juicio nos aleja de la realidad de las cosas y nos impide ver panoramas completos.

El juzgar nos impide disfrutar de las cosas. ¡Que no se te escape la vida pensando que todo está mal! En su lugar, trata de filtrar tus pensamientos, encontrar lo bueno en cada cosa y las oportunidades de mejora reales que existen.

Ira e impotencia

A nadie le gusta que las cosas se salgan de su control. Hacemos mil planes con la expectativa de que todo salga perfecto y olvidamos que vivimos en un universo que está vivo, que nos puede cambiar todo en un santiamén.

Esto podría frustrarnos, pero te queremos hacer la siguiente pregunta: ¿Por qué enojarte ante las cosas que no puedes resolver? La aceptación te permite ver con otros ojos los problemas y encontrar soluciones que ayudaran a sobrepasar las circunstancias. La respuesta siempre está en ti, aprende a observarla.

Nuestras emociones no son siempre placenteras y eso está bien. A veces sentirás que son una carga, pero recuerda: Respira y comienza de nuevo. La vida está repleta de segundas oportunidades y de plenitud; hazte de ellas y podrás encontrar la Consciencia Plena y la calma mental que tanto añoramos todos.